FIESTA DE LA VIRGEN DE LAS LAJAS.






El Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Las Lajas, es el corazón mariano de la Diócesis de Ipiales. Lo más extraordinario que Usted va a encontrar en Las Lajas es la Imagen de la Virgen, aparecida en la piedra o laja que mide 3.20 mts. de alto por 2.03 mts. de ancho. Lo más impresionante de las cuatro imágenes es el hermosísimo rostro de la Virgen, “su frente espaciosa y tersa, sus cejas negras y perfectamente delineadas, sus ojos con una mirada sincera y profunda, su nariz recta y perfectamente conformada, sus labios rojos, su cabello largo y moreno”.

La Virgen María, muestra a nuestra mujer en su naturalidad y destaca los rasgos de la mujer que vive en las diferentes regiones de nuestro municipio.

Las festividades de la Virgen de Las Lajas empezaron con el quincenario de la Virgen desde el 1o. al 15 de Septiembre, denominadas como las vísperas de las fiestas, donde se festeja la aparición, con castillos y bandas. Todos los municipios cercanos participan en éstas, incluyendo a la ciudad de Tulcán (Ecuador).

Muchos relatos y leyendas encierra El Santuario, pero el más hermoso es de MARÍA MUESES DE QUIÑÓNEZ y su hija ROSA a quien se le apareció la Virgen. El sacerdote FRAY JUAN DE SANTA GERTRUDIS sigue siendo la fuente más antigua y exacta de la existencia de Nuestra Señora de Las Lajas. María, descendiente de caciques de Potosí, viajaba a pie con su hija Rosa, sordo-muda de nacimiento; la niña comienza a trepar por las piedras cuando María se da cuenta, su hija ya estaba arriba, y de pronto, ante el asombro de su madre le grita: “Mamita, vea esta mestiza que se ha despeñado con un mesticito (bebé) en los brazos y dos mestizos a los lados”. María no puede creer al mismo tiempo que siente inmensa alegría ya que su hija estaba hablando, siente gran temor y carga a su hija a las espaldas y regresa a su casa en Potosí, deja a Rosita allí y va apresuradamente a Ipiales a la casa de sus patrones, los señores TORRESANO, a quienes contó la historia de su hija y ellos no le creyeron, incluso se burlaron de Ella.

Terminado su relato en la casa patronal, regresó a Potosí; tan pronto apareció el sol, tomó a su hija totalmente sana y regresó a Ipiales. Al pasar por la cueva la niña, nuevamente, se suelta de la mano de su madre y grita: “MAMITA, MAMITA LA MESTIZA ME LLAMA”, María sigue adelante y se encuentra frente a frente con la imagen de la Virgen.

GRUTA DEL ENCUENTRO
El primer templo en el Santuario, fue sin duda el más llamativo de este tiempo; este templo fue construido por las manos de Dios, en fecha que solo El conoce (Templo Natural).

JOYAS DE LA VIRGEN
La Virgen y el niño tienen dos coronas de oro con piedras preciosas, zafiros, diamantes, esmeraldas y perlas; todo esto tallado en una preciosa joya de 24 quilates, el manto de la Virgen presenta 22 estrellas del mismo metal.

TEMPLO DE CRISTO REDENTOR
Oculto debajo del piso de la basílica en la cripta o subterráneo, se encuentra otra de las bellezas del Santuario de Las Lajas. De estilo romano puro y tanto como las paredes como los arcos y el piso fueron elaborados en piedra sellar, con sus puertas y socavones que envidiarían los grandes artistas Europeos (siglo XV) en cuanto a su belleza arquitectónica.

El Santuario más bello de América, no solo da majestuosidad a su nombre, sino que detrás de él, se rodean varias clases sociales que estuvieron desde el principio de su construcción hasta nuestros tiempos. Esta maravilla que causa asombros a unos y a otros, a los peregrinos (turistas y devotos), lastimosamente, a algunos ipialeños los tiene sin cuidado.

El Santuario no es simplemente una palabra, sino es un monumento artístico de nuestra región que debemos cuidar y apreciar como lo hacían nuestros antepasados. En él, se cuentan años y años de historias, tradición tras tradición, mito tras mito; “Ipialeño que se respete, conoce todo esto y es el primer admirador de esta maravilla del mundo”.

FOTOS

 
(Izq.): La Virgen de Las Lajas sobre la piedra o laja. (Der.): María Mueses de Quiñones y su hija Rosa.
 

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